El Desafío de Estar Solo:
40 Años de Batalla Jurídica
Con 41 años de ejercicio a sus espaldas, Jon Iñaki Lafuente lo ha visto todo. Proviene de una época en la que la investigación jurídica significaba sumergirse en los tomos de Aranzadi, cuando las bases de datos eran un lujo incipiente. A lo largo de su carrera, ha sido suscriptor de prácticamente todas las herramientas del mercado. Sin embargo, el desafío de un abogado que trabaja por su cuenta no cambia con el tiempo: la soledad ante el folio en blanco, la ingente cantidad de horas dedicadas a la investigación y la presión de competir en un entorno cada vez más exigente. El problema no era la falta de pericia, sino el agotamiento de los recursos más valiosos: el tiempo y la energía mental.
El Descubrimiento que lo Cambió Todo:
La Sorpresa que Llegó por la Radio
Jon Iñaki era, en sus propias palabras, «muy reticente con la inteligencia artificial». Su camino hacia Maite no fue a través de una demo comercial, sino de una forma mucho más orgánica: la escuchó por casualidad en un programa de radio. La curiosidad le llevó a probarla, y el resultado fue inmediato e inesperado. «Extrañamente me sorprendió de forma fulminante por sus apreciaciones concisas y muy pertinentes», recuerda.
Ese fue el momento «ajá». Se dio cuenta de que no estaba ante otra base de datos, sino ante algo diferente. Una herramienta que no solo le ahorraba tiempo, sino que le aportaba un «verdadero enriquecimiento jurídico». Para un profesional con su bagaje, descubrir una nueva forma de potenciar su conocimiento fue el punto de inflexión.
Mi «Socio» Digital en el Día a Día:
Aumentando el Criterio Experto
La adopción de Maite.ai fue inmediata y su impacto, transversal. Lejos de ser una herramienta de uso esporádico, se ha convertido, en palabras de Adriana, en «una compañera de trabajo diaria».
El equipo ahora utiliza Maite de forma sistemática para acelerar procesos clave que antes consumían horas. «Su apoyo es constante y crucial en todo lo que hacemos: nos asiste en la redacción de demandas, analiza documentación y resoluciones, busca jurisprudencia relevante e incluso nos ayuda a redactar correos para clientes y proveedores». La IA no sustituye el criterio del abogado, sino que lo potencia, eliminando el trabajo repetitivo y permitiendo que el equipo se concentre en la estrategia y el valor añadido.
El Impacto Real: Más Allá de las Horas
El efecto de Maite en su práctica ha sido, según él, «total». Pero el valor real no se mide solo en el reloj, sino en la capacidad y la tranquilidad que ha ganado.
Más de 20 horas recuperadas a la semana
Jon Iñaki estima un ahorro semanal de «al menos 20 horas o más», lo que le permite resolver asuntos con una rapidez y eficiencia que antes eran impensables.
El poder de asumir más casos
La herramienta le ha dado la confianza y la capacidad para aceptar nuevos desafíos. «Mentalmente es cierto que estoy más descargado y puedo con ello», afirma. Es la prueba de que la tecnología bien aplicada es un multiplicador de fuerza.
Adiós a la carga mental
Uno de los mayores beneficios ha sido la reducción del estrés y la fatiga. Ya no se siente atascado dando «vueltas y vueltas» a un asunto, y responde a las dudas de sus clientes con mucha más celeridad.
Cita Final
Su reflexión final es un mensaje directo a sus colegas de profesión:
«Era muy reticente con la inteligencia artificial […] y desde que utilizo Maite, tengo la tranquilidad y seguridad de que lo que me indica es seguro, independientemente de que lo revise por obligación y deontología profesional propia. Ánimo y a seguir haciendo esta labor fundamental para recuperar de las escombreras este mundo de la justicia, lleno de rescoldos de injusticia».
